Mirar la alegría reflejarse en el rostro de un niño y acompañarles con emoción a…

Conoce cómo nació el Método Suryakiranam yoga para niños
El Método Suryakiranam Yoga para Niños y Adolescentes es un método propio creado por mi a lo largo de más de 20 años que ofrece muchas herramientas a los futuros profesores para que los niños aprendan desde el corazón, a conectarse con sus cuerpos y emociones.
La Metodología de Yoga para Niños y Adolescentes Suryakiranam comienza su viaje hace aproximadamente 20 años. En aquella época el Yoga ya había comenzado tímidamente a abrirse camino. Recuerdo que la primera vez que ofrecí una clase de Yoga en familia, en aquel entonces, me sentí como un pez…»fuera del agua”. Amaba a los niños profundamente pero sentía que necesitaba encontrar la forma de acercarles el Yoga de una forma divertida y que fuera capaz de mantener su entusiasmo por mucho tiempo.
Así comenzó mi viaje con los niños. Fui probando ideas hasta que finalmente llegué a vislumbrar lo que en los años posteriores se iría gestando como metodología.A lo largo de todo este tiempo no he dejado de investigar, probar, descartar, mejorar, evolucionar, continuamente. Los niños, a quienes he seguido dando clase de forma ininterrumpida durante todos estos años, han sido y son mis grandes maestros.
Gracias a ellos he moldeado mi capacidad de flexibilidad, tolerancia, observación, comprensión… y mucho más. Pero sobre todo mi sentido del humor se ha visto desbordado.
Mi profundo interés por los niños me ayudó a observar sus necesidades y a desarrollar una forma de enseñarles Yoga que les estimulara y que a la vez alimentara su mundo infantil.Hoy en día los niños crecen demasiado rápido, mucha información bombardea sus sentidos de forma constante, exceso de deberes, ipads, iphones, ordenadores, televisión… generan en ellos una sensación de vértigo que les hace muchas veces caer en el nerviosismo, falta de concentración, ansiedad, etc.
Está claro que los niños viven en una época de modernización tecnológica continua, en la que las consolas y los juegos virtuales retienen a sus cuerpos en posturas nada saludables y colapsan sus mentes infantiles, generando comportamientos poco sociales. Madurando las necesidades de los niños fui creando toda una gran familia de animales que imitaban posturas de Yoga. Las posturas han ido perfeccionándose a lo largo de todos estos años, buscando no sólo llamar la atención del niño, estimular su curiosidad, generar interés por conocer más sobre el Yoga, sino también ofrecerles las bases de alineación y corrección postural.
El Método SuryaKiranam no se basa sólo en posturas de Yoga, desde el principio ha incluido aprendizaje de una correcta y profunda respiración, técnicas de pranayama, concentración, meditación, relajación, juegos, cuentos y mandalas. En estos momentos puedo decir que dispongo de más de 300 posturas y variantes. Ello me permite ser muy creativa en las clases, mostrar variaciones de posturas, a través de las cuales los niños puedan ir profundizando, de una forma amena y divertida.
Finalmente presenté el Método ya madurado y bien estructurado, a la Generalitat de Catalunya, y tras un tiempo de revisión, pude registrar la metología en el Departamento de Cultura. Sin embargo, sigo investigando, creciendo y mejorando continuamente, pues los niños son una fuente inagotable de información y el trabajar con ellos cada semana, me permite actualizar y revisar.
Estos últimos años introduje el Vinyasa. Comencé con secuencias sencillas y siempre teniendo en cuenta las edades de los niños. Poco a poco fui creando diferente niveles de vinyasas, de sencillos a complejos, y los fui incluyendo en las clases con mucho éxito.
Aunque a los niños les encante practicar Yoga en una escuela de Yoga pues la experiencia es muy enriquecedora, ya que pueden percibir la atmósfera, los olores, la decoración, la música… es totalmente necesario que el Yoga esté presente en el sistema educativo como una materia más. Y no sólo como herramienta a introducir en las clases, para ayudar a los niños a enfocarse y disolver tensiones, o como actividad extra escolar, sino en los propios profesores.
Hoy en día más que nunca, nuestros profesores y maestros de escuela necesitan relajar tensiones, mejorar la respiración, tomar conciencia de su cuerpo, y transmitir desde la experiencia, sus sensaciones a los niños. Pues a los niños les encanta compartir, sentirse parte de un aprendizaje común con los adultos, ya sean profesores o padres.
No se trata de realizar una terapia de regreso a la infancia, se trata de que los educadores sientan bienestar, reconecten con sensaciones profundas y agradables, que les ayuden a comprender los maravillosos efectos que el Yoga puede proporcionar.
El Yoga es una forma divertida de desarrollar los potenciales creativos de los niños. Es beneficioso para todo tipo de niños, desde el inquieto al pasivo, el ansioso al curioso, desde el flexible al que se siente torpe con su cuerpo a todos les ayuda a despertar el lenguaje corporal, a conectar con la respiración, con las emociones, a reconocer sus habilidades y talentos, a aceptar los obstáculos y aprender de ellos, a respetar sus diferencias y abrazar lo que les une. Y para ello necesitan un espacio en donde se sientan cómodos y libres de expresarse.
Antes comentaba la importancia de que los educadores se impliquen por los niños y por ellos mismos, en la práctica del Yoga, pero los padres son la piedra angular.
El Yoga en Familia, aunque los padres no practiquen con asiduidad, es muy importante. En estos años de enseñanza con niños y sus padres, he comprobado los profundos lazos que se generan en la sala de Yoga y fuera de ella.
Son muchos padres los que me comentan que sus hijos ante una situación de conflicto en la escuela, tras un día difícil, o en preparación a un examen… les han pedido practicar Yoga y sentarse a meditar juntos. Qué maravilla, verdad? No hay palabras para agradecer a los niños por su enriquecedora presencia, verles crecer y mantener la conexión con el Yoga es uno de los grandes regalos que me han dado.
Cada uno con sus ritmos, cada uno integrándolo a su forma… desde la libertad, desde el acompañamiento amoroso y profesional.
El resultado? Que ya con 8 años te pregunten qué pranayama pueden hacer para calmarse antes de un examen, que después de un año o más de desconexión por temas familiares o cambio de colegio, vuelvan y comenten lo mucho que necesitan estirar el cuerpo sintiendo su respiración, porque se han dado cuenta de como cambia su actitud, de como les ayuda a sentirse más relajados.
Hay muchas anécdotas que no sólo yo, sino todas las personas que trabajan con niños podrían explicar ahora mismo.
Los niños son nuestro futuro, pero nosotros somos la tierra sobre la que ellos crecen y nuestra responsabilidad es cuidarla.
Suryakiranam ofrece un programa de formación de 1 año, 200h
El programa abarca todas las áreas del niño, desde la anatomía a la educación y la psicología. Ofrece prácticas en la escuela de Yoga Kaivalya, así como asistencias prácticas en escuelas públicas y privadas en donde profesores formados en el Método ya están trabajando.
Los niños son como los Rayos del Sol luminosos y brillantes…
Los niños son semillas de potencialidad…
Los niños son semillas de potencialidad…
Regalemos a los niños la tierra fértil en la cual crecer y convertirse…
en lo que sus corazones anhelen !