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Bienvenidos

Kaivalya es una escuela de Yoga dirigida por Isabel Cervantes, con más de 24 años dedicada a la transmisión y enseñanza del yoga, formada en Hatha Yoga, Kundalini Yoga, Canto Védico, Meditación Transpersonal y Mindfulness, así como en otras disciplinas relacionadas con el yoga y el crecimiento personal.

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La relación indispensable entre los niños y la naturaleza

Siempre he sentido una conexión especial con el mar. El sonido de las olas rompiendo contra las rocas me parece un sonido mágico y tan solo con mojar mis pies en la playa, siento como la energía que transmite fluye por mi cuerpo. Aunque no lo sepas explicar, es posible que tú sientas esta misma reacción al estar cerca de la naturaleza. Ya sea el mar o la montaña, o tan solo un parque a las afueras de la ciudad, la naturaleza tiene algo especial que traer paz si te conectas con ella.

Con el crecimiento de población en el mundo, las ciudades también se han ido expandiendo, dejando cada vez menos lugar a la naturaleza. Donde antes había un bosque con árboles, ahora hay un centro comercial o un rascacielos. El progreso es necesario como seres humanos, pero al perder esta conexión con lo natural, también estamos perdiendo una conexión con esa parte de nosotros mismos que surge de allí.

Si a esto le añadimos el auge que tiene la tecnología, cada vez es menor el papel que juega la naturaleza en nuestras vidas. Ordenadores y teléfonos han logrado eclipsar el deseo de salir y vivir aventuras en el poco tiempo libre que tenemos en una vida ajetreada. ¿Para qué viajar a ver un árbol, cuando se tiene en la palma de la mano el acceso al universo entero?

Este mal, hasta hace no mucho, solía ser exclusivo del adulto. Con tantas preocupaciones, como el trabajo y mantener un hogar en orden, no parecía posible desear “desperdiciar” tiempo en explorar la naturaleza. Como personas adultas pensábamos que ese era un comportamiento propio de niños.

Pero poco a poco los niños se han visto salpicados por esta actitud. Dos niños sentados en un parque, rodeados de árboles, prefieren compartir sus avances en el videojuego de moda. Recientemente se han hecho estudios donde se ha determinado que la carencia de naturaleza en la infancia ya ha llegado a ser un desorden.

Aunque este término cada vez aplica a más niños y puede parecer irreversible, somos los adultos quiénes podemos ayudarles a superarlo incorporando más actividades al aire libre en sus rutinas, ya sea de manera directa o indirecta.

Por ejemplo, en clases de yoga para niños en Barcelona, en los momentos de meditación se les pide que piensen que están en un lugar lleno de naturaleza y esto les ayuda a vincular de manera profunda, para ello se utilizan músicas que evocan la naturaleza, sonidos de olas del mar, el canto de los pájaros o el mecer de las hojas al viento en los bosques.

Puede que parezca poca cosa, pero es de vital importancia que tanto jóvenes como los pequeños recuperen la conexión con la naturaleza, de la cual tenemos tanto por aprender.

¿Por qué conectar a los niños con la naturaleza?

Desarrollarse en un ambiente natural implica movimiento, acción. Escalar árboles, correr de un lado a otro, tropezar y levantarse; interactuar con otros niños e inventar juegos. Los niños que no poseen este escape tienen mayor tendencia a sufrir de obesidad, así como hiperactividad, falta de atención e incluso depresión a temprana edad. La naturaleza, como el yoga para niños, ayuda al desarrollo del niño no solo físicamente, sino también emocional, espiritual, intelectual y socialmente.

Entre los beneficios que puedes conseguir en tus niños si les ayudas a crear un vínculo con la naturaleza se encuentran:

Aumento en su creatividad: al no tener juguetes ni otros juegos tradicionales (¡en especial nada de tecnología!), el niño debe recurrir a su imaginación y sacar su lado más creativo para idear actividades que le entretengan.

Desarrollo de habilidades cognitivas: los niños que sufren de exceso de energía al entrar en contacto con la naturaleza, pronto verán mejorar su concentración, lo cual les ayudará a tener un mejor rendimiento en actividades educativas.

Incremento en las destrezas sociales: al propiciar que los niños dejen las pantallas y los mensajes, para que se involucren entre sí en entornos naturales, con juegos no estructurados, mejorarán la habilidad de desarrollar empatía y abrirse a tener interacción social a medida que crezcan.

Reducción del estrés: Los padres son muy conscientes hoy en día del nivel de estrés al que llegan sus hijos causado por la propia vida cotidiana; madrugar para ir al colegio, las tareas o deberes, los exámenes, etc. Estar en contacto con la naturaleza, al contrario del ambiente cotidiano, les reduce los niveles de fatiga mental, disminuyendo su estrés y generando bienestar.

Múltiples sensaciones: cuando se está en exteriores, todos los sentidos se activan. Con los ojos ves colores y formas, sientes la textura de los árboles, hueles el pasto mojado después de una lluvia, escuchas los distintos animales que hacen vida en ese ambiente. Esta multiplicidad de sensaciones hace que el niño experimente estar vivo de una manera mucho más rica.

¿Cómo incorporar la naturaleza a la vida de los niños?

Hacer que los niños sean uno con la naturaleza es mucho más sencillo de lo que puedas llegar a pensar. A una pequeña escala, puedes empezar construyendo con ellos un pequeño jardín. Involúcrales en la elección de las plantas, que incluyan tanto decorativas como comestibles, así le estarás inculcando el valor de cultivar su propio alimento. Al tener sus propias plantas, también le estarás enseñando a ser responsable con la vida de todos los seres vivos, grandes y pequeños.

En lugar de regresar a casa al final de clases, para que se encierren en sus cuartos a ver alguna serie o jugar videojuegos, llévales a un parque donde exista algo de naturaleza para que recarguen energía espiritual. Si no cuentas con tanto tiempo y deseas que aún tengan experiencias al aire libre, siempre puedes apuntarlos a campamentos de verano donde realicen paseos o exploraciones de campo.

Aprovecha esta oportunidad para también conectar tú con la naturaleza, dedica un día a la semana para hacer una excursión con tu niño o niños, conocer el entorno donde vives, a través de sus zonas verdes puede ser una experiencia que te cambie la vida.

Yoga para niños al aire libre, lo mejor de dos mundos

Practicar yoga para niños en Barcelona no necesariamente tiene que ser una actividad que se realice en interiores. Si quieres una experiencia más completa, donde el cuerpo, la mente y el espíritu se conecten con la madre naturaleza, ¡lleva el yoga afuera! Además de los beneficios ya mencionados, la práctica del yoga en exteriores le estará brindando a tus niños un sentimiento de armonía y paz.

El yoga está fuertemente relacionado con la naturaleza y la conexión del ser humano con una fuerza superior. Al alejarse del aire saturado propio de la ciudad, esta experiencia, basada en la respiración, será relajante y también le permitirá profundizar al momento de inhalar y exhalar. Y esto sin mencionar lo delicioso que puede ser el olor del bosque y sentir el sol sobre tu piel.

Embárcate con tus niños y sus esterillas (en caso de ser necesario), pídeles que se enfoquen en los sonidos, los aromas, que internalicen la energía que les ofrece la naturaleza y sientan cómo fluye desde la planta de sus pies hasta todo su ser.

Al finalizar esta actividad con las distintas posturas de yoga, compartid impresiones, ¿os animaríais a probarlo nuevamente? ¿sentísteis una conexión distinta de esta forma?

“Atrévete a hacer cosas nuevas y expresa tus talentos,
se abrirán las puertas a experiencias inolvidables”.

Isabel Cervantes
Creadora del Método Suryakiranam
Yoga para Niños y Adolescentes

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