
Nací el 7 de diciembre de 1972.
En el año 1994 estudié mi primer curso de reflexología podal, que posteriormente lo ampliaría con el Método Original Ingham en el Instituto Internacional de Reflexología. Ese mismo año inicié Naturopatía en el Heilpraktiker Institut. A éste le siguieron otras técnicas no menos importantes como las Flores de Bach, Aromaterapia, Quiromasaje, Drenaje linfático, entre otras.
En 2009 el masaje infantil produjo una profunda comprensión sobre la importancia del tacto y el lenguaje no verbal para crear un espacio de seguridad y confianza en el momento del masaje.
Personalmente concibo el masaje como una danza entre dos almas. Es un momento muy íntimo y sagrado en el cual la piel que tocas se abre como una flor a tu tacto cálido y amoroso, y ella misma te va guiando hacia donde están los nudos y bloqueos.
Se produce un encuentro mágico donde se liberan muchas emociones y corazas. Por eso es tan importante que la persona que viene a recibir masaje sienta que entra en un espacio donde puede desconectar de la realidad del mundo y que por ese espacio de tiempo pueda conectar de nuevo con ella misma y con sus necesidades.
El masaje me ha dado la oportunidad de conectar a través del tacto con el alma de la otra persona y conectar con lo que necesita.
No hay nada más bonito que ver a una madre/padre masajear con las manos del corazón y ver cómo éste sonríe al recibir su caricia y cómo sus gestos van guiándola para liberar sus tensiones y relajar su cuerpecito.