
Mi nombre es Mar Salas, tengo 44 años y llevo 15 años practicando Yoga.
Soy diplomada en publicidad y comunicación y llevo 20 años vendiendo espacios publicitarios. Fue precisamente el estrés que se soporta en este entorno profesional lo que me llevó a practicar Yoga en Barcelona. Sin embargo, los beneficios y cambios profundos no llegaron a mi vida hasta que conocí a Isabel Cervantes y encontré a Kaivalya.
Ocurrió en un intensivo de verano en el Montseny. La parte filosófica me atrapó.
Algo en mi interior despertó pidiendo más. Y así decidí empezar la formación de Hatha Yoga. Un viaje apasionante de 3 años de sanación y transformación. Un antes y un después en mi vida. Hasta mi hijo de 14 años me dice: mamá, es que ya no eres la misma, has cambiado tanto…Y así es, es difícil resumir la enormidad de lo que ha supuesto en mi vida, pero lo voy a intentar…
De entrada soy una persona más amorosa con el entorno y conmigo misma, más feliz. He aprendido a gestionar el estrés desde otro lugar. Mis relaciones han mejorado, así como mi autoestima y la confianza en mí misma. Mi capacidad de sentir amor ha crecido exponencialmente y eso es directamente proporcional a la cantidad de felicidad que puede uno experimentar en su vida. ¡Se es tan feliz amando!
Dejar que el corazón tome las riendas es maravilloso. He desarrollado una mayor templanza, compasión, sentimiento de conexión con el resto de la humanidad. Y todas estas cualidades del corazón me permiten surfear las olas de la vida con mayor calma y entereza. Se ha despertado en mí la cualidad de la auto observación y eso me permite seguir creciendo, mejorando y aprendiendo cada día.
Tanto me gustó la experiencia que seguí con la formación de Yoga para niños de Suryakiranam. Otro viaje dulce y apasionante de sanación y reencuentro con mi niña interior. Pero no sólo eso, sino que desde hace dos años soy asistente de la Formación de Yoga para Niños y de Hatha Yoga, además imparto clases de yoga en Barcelona semanalmente, en Kaivalya.
¿Qué es el Yoga para mí? El reencuentro con mi Ser. Gracias Isabel Cervantes por dejarme formar parte de tu equipo, por permitirme seguir creciendo y aprendiendo a tu lado. Por ser el mejor ejemplo de entrega, amor e integridad que alguien pueda conocer.